RENE AVILES FABILA
RECORDANZAS
ALDUS EDITORIAL
Páginas: 471
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789686830866
Encuadernación: TAPA SUAVE
Año de edición: 1996
Colección:
Las memorias (Recordanzas) de René Avilés Fabila son un profundo repaso de su vida, de sucesos que no se le escapan. "René el memorioso", pudiera decirse, acordán- dose de Borges. Ningún tema se le esquiva. Pero no lleva la memoria como un fardo, estoy segura que no le pesa, porque las cualidades de su carácter: alegría, brillantez, agresividad, seguridad en sí mismo, le aligeran esta tre- menda carga de recuerdos. Empiezan sus memorias y la ternura se desborda en las hojas del libro. Al recuerdo de Leonora, la hermana mayor, van enlazados otros muertos en corro silencioso. Respira veracidad en sus renglones. Hace de la verdad una necesidad imperiosa. Eso es lo que siente el lector o cuando menos esta lec- tora. Gracia pura que también derrama entre renglones llenos de buena sintaxis. Leal a sí mismo, va recordando hoja a hoja el calendario de su niñez, su pubertad, su juventud con enorme autenticidad en un mar de simpa- tía, donde el lector nada y se refresca. Sus innumerables novias, todas, sus amigos fieles, sus maestros escogidos por él o por el Destino, habrán de congratularse por tenerlo cerca. Respecto a su lujuria, a pesar de que se presenta y se presume como libidinoso, erótico eterno, libertino tenaz, más bien lo vislumbro como un alegre juguetón que retoza con el sexo con más alborozo que con lascivia. En fin, un fauno lleno de júbilo de vivir. Por otra parte, las memorias forman un género escaso en nuestra lite- ratura, escaso y casi siempre aburrido, porque están car- gadas de yoísmo, de un ego brutal que las hace tediosas y estáticas. De Voltaire se ha dicho que "combatió los crímenes con la risa". Parecida cosa se puede decir de René cuando mezcla su osada ironía, su punzante sen- tido del humor con la agresión antigobiernista. Y es este libro sincero, que se me queda burilado, la vida de un hombre, de René Avilés Fabila que ha aprovechado su tiempo exprimiendo sus minutos como racimos de uvas de extraño sabor único. Sufrido, gozado y combativo como pocos. Gracias por darnos la sensación de que no hay secretos para el lector.